Con el paso del tiempo la tecnología ha alcanzado mayor fuerza, tanto así que se han transformado muchos elementos del hogar en dispositivos inteligentes conectados a la internet. A esta nueva tecnología se le llama Iot, una evolución de la Domótica tradicional, algunos ejemplos conocidos son las persianas motorizadas, sensores de temperatura, controles de climatización, bombillas inteligentes, cerraduras electrónicas o centralitas de alarma.
La mayoría de estos dispositivos están diseñados para que estén conectados a la nube, es por esto por lo que se debe tener mucho cuidado con los riesgos en materia de privacidad, que se derivan más allá de los problemas de seguridad, sino que suponen la comunicación de datos a terceros, y el tratamiento de datos adicionales.
Estos dispositivos generan gran cantidad de datos que son tratados por distintos servicios de la internet con el fin de satisfacer las necesidades del usuario, por esta misma razón pueden llegar a ser tan peligrosas, ya que el riesgo incrementa cuanto mayor sea el número de servicios de la internet que tratan estos datos personales.
Es por esto, que es de vital importancia que los usuarios tomen conciencia sobre la utilización de estos dispositivos. Deben adoptarse con una actitud crítica, es decir, no solo basarse en el precio del dispositivo sino también de las características que ofrecen garantías a los usuarios en materia de protección de datos.
Tal y como los menciona la AEPD “Los fabricantes y desarrolladores deben aplicar medidas de protección de datos por defecto y desde el diseño. Los tratamientos que realicen deben ser de acuerdo con los principios del RGPD, prestando especial atención a la seguridad de los tratamientos, las posibles transferencias internacionales de datos, la transparencia en las finalidades para las que se tratarán los datos personales, la elaboración de perfiles y las decisiones automáticas individualizadas. En particular, debe evitarse el uso de protocolos que utilizan claves de cifrado por defecto, y que son públicas, o la posibilidad de añadir dispositivos a la red de forma automática, sin control de la persona interesada.” (AEPD, 2021)
Fuente: www.aepd.es