Más tiempo en redes, más ansiedad. Los adolescentes lo viven cada día, pero la relación entre pantallas y salud mental va mucho más allá:

por | Jul 29, 2025 | RGPD | 0 Comentarios

Las empresas tecnológicas utilizan neuromarketing para mantener a los niños pegados a la pantalla. Dopamina, scroll infinito y likes: así se forma una generación adicta ↓

Los niños están expuestos a pantallas desde antes de hablar. Su cerebro, aún sin terminar de formarse, ya está bajo presión digital. Lo que nadie te cuenta de este impacto en su desarrollo:

El cerebro de los jóvenes no termina de desarrollarse hasta los 25 o 30 años. Esto los hace especialmente vulnerables a los efectos negativos de la digitalización. Su inmadurez cerebral afecta su capacidad para evaluar riesgos y tomar decisiones responsables en el entorno digital.

La privacidad tiene un significado diferente para los jóvenes nacidos en la era de internet.

La exposición constante a las redes sociales hace que muchos no perciban los riesgos de compartir información personal en línea.

Contenido del artículo
Mar España, exdirectora de la AEPD, compara la exposición temprana a las pantallas con el consumo de alcohol, tabaco o drogas.

Al igual que no darías estos productos a los niños, debemos ser conscientes de los daños potenciales del entorno digital. La Asociación Española de Pediatría también recomienda cero consumo de pantallas, incluyendo televisiones, hasta los seis años.

Esto refleja una preocupación creciente por el impacto de las pantallas en el desarrollo físico, mental y neurológico de los niños.

Los expertos coinciden en que la edad mínima para acceder a las redes sociales debería ser de 16 años.

Durante la adolescencia se construyen valores y empatía. La exposición prematura a internet puede sabotear este proceso. La razón detrás de la edad mínima recomendada

Durante la adolescencia, se construyen la personalidad, los valores y la empatía.

Una exposición prematura podría interferir con estos procesos. Sin duda tenemos que enfatizar la importancia de acompañar a los menores en su introducción a internet.

Esto incluye establecer límites claros en el uso de las pantallas y no dejar su uso sin supervisión.

Las empresas de tecnología utilizan técnicas de neuromarketing para mantener a los usuarios enganchados.

Más tiempo en redes, más ansiedad. Los adolescentes lo viven cada día, pero la relación entre pantallas y salud mental va mucho más allá

Mecanismos como el scroll infinito y la recompensa por likes y mensajes activan la liberación de dopamina, creando patrones adictivos.

Esto resulta particularmente peligroso para los jóvenes, cuyos cerebros están en desarrollo.

A medida que los jóvenes pasan más tiempo en las redes sociales, los índices de ansiedad aumentan.

Aunque estamos más conectados que nunca, la felicidad y el bienestar parecen disminuir.

Esto sugiere una relación entre el uso excesivo de las pantallas y la salud mental.